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CUANDO LO AVERIGÜES

“Conocí a un viejo y me contó de como hoy y nunca te tuvo, pero igual recordó cómo te perdió”

Todos nos vamos a ir y en esa despedida sin querer te encontrare, te encontrare cuando caminemos todos por la senda de color naranja, ahí volveremos a vernos, tu y yo, y todos.

Y es que nos pasamos la vida pensando que no necesitamos una gran señal, pero vemos todo únicamente como grandes o pequeños fenómenos de ocasión, y las señales se nos pasaron de largo por andar jugando.

En veces vemos tan normales estos fenómenos, que, aun los que más te quieren, te gritan que se te está yendo el tren y que te has pasado de tiempo, que te has olvidado bajarte antes de la próxima estación, pero no, tú vas a toda prisa. Y es que son ellos, tu familia por obligación o adopción, son ellos lo que se preguntan; “¿Por qué nos pones en esto?, eres un embustero”, y es que son al final ellos los que terminan compartiendo la carga, tu carga, la culpa nuestra.

 

Hasta esperar el camino de flores tendremos que cargarla también nosotros, y nos daremos cuenta que nunca fuimos señales, que fuimos fenómeno de ocasión.

 

Aun así cuando vayamos por ese camino color naranja y me encuentre con todos los que me llamaron embustero, algunos me estarán esperando, otros los esperare, pero te veré por ahí de completa extraña y te voy a gritar desde lejos: ¡Hola de nuevo,fui yo el desgraciado que te lo hizo”.

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